Una segunda oportunidad de crédito: Cómo la psicometría está reescribiendo las reglas de los préstamos

En muchos mercados, los sistemas de crédito fallan no por falta de carácter, sino por falta de datos. La psicometría ofrece una alternativa justa y científica para evaluar la probabilidad de pago según cómo una persona piensa, decide y se comporta. operar fuera de las economías formales y dejan poco rastro en los sistemas de crédito tradicionales. Eso es donde entra en juego la psicometría: ofrecer una forma justa y respaldada por la ciencia de evaluar la probabilidad de que alguien devuelva un préstamo basándose no en su pasado, sino en cómo piensa, decide y se comporta. 

El poder de la psicometría ‘gamificada’ 
La plataforma de evaluación psicométrica de Begini ayuda a los otorgantes de crédito a desbloquear el acceso a un crédito justo para los prestatarios invisibles y de expediente delgado, sin necesidad de ningún dato personal o financiero. La solución se basa en una serie de módulos interactivos y gamificados que evalúan rasgos como la aversión al riesgo, la capacidad de planificación, la impulsividad y el optimismo. Los usuarios completan juegos móviles simples, lo que permite una alta participación y una experiencia digital fluida. 

Lo que hace que la plataforma sea especialmente poderosa y respetuosa con la privacidad es que no se basa en ninguna información de identificación personal (PII). No hay preguntas sobre ingresos, empleo, educación o antecedentes familiares. En su lugar, se centra únicamente en los patrones de comportamiento y los rasgos cognitivos. Eso significa que los otorgantes de crédito pueden tomar decisiones seguras sin crear nuevos riesgos de privacidad de datos o violar la confianza de los clientes. 

"Nuestro motor psicométrico está diseñado para ser justo, inclusivo y seguro. Al eliminar la necesidad de cualquier dato personal, eliminamos las preocupaciones de privacidad al tiempo que brindamos una visión profunda de la probabilidad de que una persona pague", dice Rodrigo Rocha, Director de Negocios para LATAM de Begini. "Es un ganar-ganar. Los otorgantes de crédito obtienen la información que necesitan y los clientes son evaluados en función de quiénes son, no de lo que les falta". 

Caso de Estudio: Solvenza y el mercado hondureño 

En Honduras, el acceso al crédito está limitado a solo una cuarta parte de la población. Muchas personas operan de manera informal, sin registros financieros y con poco acceso a la banca formal. Para Solvenza, una financiera multirubro en retail, centrado en servir a los desatendidos, el enfoque psicométrico de Begini ofreció un avance muy necesario. 

En un programa piloto con 500 solicitantes rechazados previamente, el 25% fue aprobado para el crédito basándose únicamente en sus evaluaciones psicométricas, una cifra consistente con la típica "tasa de rescate" del 15 al 30% de Begini. Estos prestatarios, a menudo agricultores, pescadores y trabajadores informales, utilizaron sus préstamos para comprar bienes esenciales como motocicletas, teléfonos inteligentes y televisores. En comparación con las alternativas limitadas y a menudo depredadoras disponibles, Solvenza ofrecía términos justos y asequibles. 

"Va a ser la principal fuente [de datos] para nosotros ahora. Toda la historia detrás de una buena puntuación [de crédito] no está alineada. Pero con estos datos alternativos, se ve el comportamiento real de las personas", dijo Jacobo Santos, Gerente de Riesgo e Inteligencia de Negocios de Solvenza. 

La visión a largo plazo de Solvenza es ofrecer préstamos en efectivo a las personas del sector informal y, según Santos, la psicometría es el único camino para lograrlo. 

Superar los sesgos — comenzando desde dentro 

Si bien los prestatarios han adoptado las evaluaciones psicométricas como una alternativa simple e intuitiva, cierto escepticismo ha surgido desde adentro. Al principio, el propio personal de Solvenza dudó en aprobar préstamos sin documentos tradicionales o juicio cara a cara. Pero con el tiempo, los resultados, y los datos, comenzaron a hablar por sí mismos. 

Eliminar los sesgos humanos del proceso de toma de decisiones no solo apoya la equidad, sino que amplía las oportunidades. Y para muchos prestatarios, esta es su primera oportunidad de obtener un crédito formal. 

La psicometría no es solo una solución provisional para los datos faltantes, sino que es una nueva frontera en la inclusión financiera. Al comprender cómo piensan y se comportan las personas, en lugar de juzgarlas por lo que les falta, los otorgantes de crédito pueden ‘desbloquear’ nuevos mercados, respaldar mejores hábitos financieros y generar confianza con los clientes excluidos durante mucho tiempo de los sistemas tradicionales. En un mundo en el que miles de millones de dólares siguen siendo invisibles para el crédito, no se trata solo de una estrategia inteligente. Es un imperativo moral. 

 

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